Pueblo Pibil: Que nuestra maravillosa herencia nunca se olvide

La historia de un pueblo también puede contarse a través de su comida

Conquista española en la península de Yucatán

300 años de lenta fusión, generación a generación, desde la llegada de los españoles y otras civilizaciones del viejo mundo (en los años 1500), hasta la independencia de lo que hoy es nuestro México; solo pueden sentirse en el paladar a través de los sabores antiguos y originales traídos al presente, sinceramente, con el respeto de las recetas originales y la cocción especial bajo tierra o al estilo pib (como se dice en lengua maya); sabores que degustaban cotidianamente los abuelos de nuestros abuelos, que estamos decididos a conversar para futuras generaciones, para que no se pierdan.

Que nuestro origen no se olvide ni se pierda: Por eso nació Pueblo Pibil

Por respeto a nuestros ancestros y a sus enseñanzas, por la gran necesidad de que el exquisito sabor de la cocina tradicional yucateca no se pierda dado el imparable crecimiento de las ciudades de Yucatán y la adopción de costumbres culinarias que priorizan el rendimiento de sus inversiones (respetables todas); oriundos de Tixkokob, decidimos comprometernos con la conservación de nuestra esencia, privilegiando el sabor, compartiendo con el mundo este exquisito sabor, pero no como un montaje escénico con fines de publicidad, sino haciéndolo sinceramente.

En 1832, por primera vez se menciona "comida yucateca"en un recetario.

Nuestro recinto: Una antigua casona del siglo XVIII, cuidadosamente restaurada, en el centro de Tixkokob

Nuestros platos fuertes son enterrados por 15 horas, en horno de tierra (pib en lengua maya), con fuego prendido con maderas chukum y catzín, hojas de roble y jabín, lo que representa un reto de operación, pero también una gran motivación para servir a nuestros visitantes y mostrar esta herencia a las siguientes generaciones.